Hace algunos años era impensable dedicar tiempo a leer (o escribir) un artículo que tratase, ni más ni menos, de cómo hablar con robots. Suena de Ciencia Ficción, probablemente por la elección de la palabra “robots”, pero lo cierto es que los sistemas conversacionales como el ya conocido ChatGPT, o Bard de Google, son robots. Sin cuerpos, pero robots.
Incluso, asistentes personales como Alexa o Siri, también lo son. Lo mismo cabe para los algoritmos de búsqueda o los que nos sugieren contenido.
¿Cuántas veces vimos la escena donde un ser humano se para frente a uno de estos asistentes, pide algo, y el robot con forma de parlante devuelve otra cosa?
Existen dos opciones: el dispositivo escuchó mal, algo imposible para un artefacto electrónico; o bien la persona no habló con precisión.
Tareas complejas requieren órdenes complejas
Con los sistemas conversacionales como ChatGPT, Bard, Bing o Character AI, la cosa se pone aún más difícil. Son muchas las personas que se acercan, por ejemplo, a GPT con la esperanza de que el chatbot resuelva de buenas a primeras, todos sus desafíos laborales, pero al no obtener la respuesta esperada se espantan.
Al menos hoy, en septiembre del 2023, y lejos de algunas veces donde la plataforma de OpenAI está sobrecargada, ChatGPT (incluso en su versión gratuita) funciona de maravilla. Así que, si obtienen una mala respuesta, es porque no está siendo bien usado.
Preguntar no es lo mismo que pedir que realice una tarea
Podemos preguntarle a ChatGPT cuál es la capital del país más recóndito y menos conocido del mundo y probablemente obtendremos una buena respuesta, que también podremos obtener en Google sin la necesidad de utilizar un chatbot.
Pero cuando necesitamos que, por ejemplo, el chatbot nos ayude a redactar un informe complejo, a preparar una clase o una exposición hablando de temas específicos, la cuestión vuelve a complejizarse.
Si has leído algunos de nuestros artículos sobre promting, donde hablamos de qué son los prompts y por qué deberías aprender a usarlos, sabrás que, los pasos mínimos para obtener un buen resultado son: darle a la IA información y contexto, asignarle un rol y ordenarle una tarea de forma específica.
Ey, robot ¿necesitas realizarme alguna pregunta para entender mejor los detalles de tu tarea?
Ya hemos hablado, en nuestro artículo “Etiquetas en los prompts: tres consejos para optimizar las respuestas de la Inteligencia Artificial”, sobre cómo, luego de haber elegido las palabras correctas para definir la temática, el rol y la tarea, podemos mejorar nuestros promts utilizando paréntesis, llaves y corchetes.
Pero esto no alcanza cuando la tarea es específica. Por eso, existe una fase más, donde, antes de obtener el resultado final, vamos ajustando la respuesta mediante preguntas. Empezando por una muy sencilla:
¿Quieres realizarme alguna pregunta para entender mejor los detalles de tu tarea?
Una vez que le hayamos dado contexto e información, y le hayamos asignado un rol, una temática y una tarea. Agregaremos esa pregunta al final de promt.
Existen dos opciones de respuesta: puede que el chatbot nos diga que sí y realice las preguntas. Las cuales deberán ser respondidas con precisión. O puede que nos diga que no y nos de la tarea hecha.
En ese caso, depende de lo que nos parezca el resultado, es hora de volver a pedir y preguntar si necesita conocer más detalles de su tarea, hasta que lleguemos a un resultado final que nos conforme.
COMMENTS