En este artículo te contamos cómo la inteligencia artificial puede enriquecer la experiencia del conocimiento y la comprensión
En 1956, el psicólogo y psicopedagogo estadounidense, Benjamin Bloom, junto a su equipo, presentaron ante el mundo un marco de referencia que se utilizaría, hasta el día de hoy, para clasificar cognitivamente los objetivos educativos y establecer así niveles de aprendizaje.
Así nació la taxonomía de Bloom, un esquema de aprendizaje que proporciona un marco claro para establecer metas de aprendizaje, diseñar estrategias de enseñanza y evaluar el progreso de los estudiantes.
Dicha taxonomía constaba de seis niveles, cuya complejidad iba en crecimiento, dependiendo siempre del nivel anterior. Se trataba de adquirir el conocimiento, es decir, poder memorizarlo y recordarlo, comprenderlo para luego poder aplicarlo, poder analizarlo, sintetizarlo y evaluarlo.
Con la llegada del siglo XXI y la era de la digitalización, la taxonomía de Bloom fue revisada y modificada. Ahora, en la cima de la pirámide, se encuentran la evaluación y la creación. Buscando, de esta manera, promover el pensamiento crítico de los estudiantes.
Hoy, con la masividad y el fácil acceso a la inteligencia artificial, el panorama vuelve a cambiar: ¿Es la IA aplicada a la educación una oportunidad? ¿Podemos sacar provecho de la IA en relación a la taxonomía de Bloom?
En este artículo te contamos cuáles son los beneficios que la inteligencia artificial puede aportar al conocimiento y a la comprensión.
La inteligencia artificial aplicada al conocimiento y a la comprensión
Nos centraremos en los primero dos niveles, donde se busca adquirir la información y comprenderla, construyendo una base sólida de conocimientos. Y la IA puede enriquecer este proceso de varias maneras:
Acceso a información de valor: Como mencionamos en artículos anteriores, la posibilidad de contar con chatbots de gran capacidad cognitiva como lo son ChatGPT, Bard, Bing, Character AI y muchos más, permite ahorrar tiempo y encontrar respuestas personalizadas y adaptadas a cada alumno. Es decir: si antes con Google se debía abrir y leer cientos de páginas, con estas nuevas tecnologías el alumno recibirá un texto a su medida que tendrá que cotejar con otras fuentes, potenciando, de esta manera, el pensamiento crítico.
Los sistemas de chat y recomendación basados en IA pueden sugerir recursos relevantes y confiables para ampliar el conocimiento de los estudiantes.
Aprendizaje personalizado: La llegada masiva de la inteligencia artificial es la oportunidad de adaptar los materiales de estudio y las actividades según las necesidades y el nivel de conocimiento de cada estudiante. Los alumnos pueden pedirle a la IA respuestas de manera personalizada tantas veces como sea necesario. La IA puede analizar el progreso individual, ofreciendo recomendaciones para reforzar los conceptos clave y abordar las áreas de dificultad.
Asistencia virtual constante: Asistentes virtuales basados en IA como ChatGPT, Bard, Bing, Character AI, pueden proporcionar respuestas inmediatas a todo tipo de preguntas relacionadas con el contenido. De esta manera los estudiantes pueden interactuar con ellos para aclarar dudas, obtener ejemplos adicionales y profundizar en los conceptos, tantas veces como sea necesario.
Un desafío para los profes: ¿cómo detectar si un texto fue escrito por una Inteligencia Artificial?
Generación automática de contenido de calidad: La inteligencia artificial tiene la capacidad de generar material educativo personalizado. Sirve para realizar resúmenes, cuestionarios y ejercicios, para ayudar a los estudiantes a consolidar su conocimiento. Permitiendo una práctica adicional y reforzando, de esta manera, los conceptos aprendidos.
Evaluación constante y adaptativa: Asistentes virtuales basados en IA como ChatGPT, Bard, Bing, Character AI, pueden asumir el rol de un tutor y, en base al historial del alumno en cuestión, ofrecer pruebas adaptativas que se ajustan al nivel de conocimiento de cada estudiante. Permitiendo una evaluación más precisa y detallada de su comprensión, brindando, además, retroalimentación inmediata para identificar áreas de mejora.
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