Con el triunfo del contrabajista madrileño Miguel Pliego García y el fagotista venezolano Luis Márquez, se ha completado la tercera edición del Concurso de Jóvenes Intérpretes organizado por la Fundación María Paula Alonso de Ruiz Martínez.
Los ganadores obtienen una beca anual de 5 mil euros, que recibirán durante dos años. Miguel Pliego García, de 25 años, es egresado del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM) y actualmente reside en Zurich, Suiza, en donde realiza un master en la Zürich University of the Arts. (Universidad de las Artes de Zurich).
Por su parte, Luis Márquez, con apenas 20 años de edad, reside en Estados Unidos desde el año 2017, donde egresó del Interlochen Arts Academy (Academia de Artes Interlochen), y actualmente estudia en el Curtis Institute of Music (Instituto Curtis de Música), en Filadelfia.
Ambos se dedican a instrumentos que suelen pasar inadvertidos en el mundo orquestal, donde violines y flautas suelen estar en primer plano. Esto enaltece aún más, si es posible, el mérito de los ganadores, quienes lograron destacarse compitiendo contra instrumentos que suelen ser mejor valorados.
Miguel Pliego envió para su evaluación por parte del jurado, obras de K.D. von Dittersdorf, Sergey Koussevitzky y J.S Bach; mientras que Luis Márquez decantó por obras de Antonio Vivaldi, André Jolivet y J.N. Hummel.
La convocatoria para esta tercera edición del concurso mantuvo las condiciones de las anteriores: abierta para jóvenes entre 15 y 25 años; se realizó en agosto del año 2021 y recibió las ilusiones de 30 concursantes.
De los 30 aspirantes destacaron especialmente 5 de ellos, conformando así una pre selección, tras la cual el jurado se vio ante una muy difícil toma de decisiones. Este dato sirve para animar a quienes no salieron airosos; por ejemplo, Luis Márquez ya había llegado a esa instancia en la edición anterior, aunque no ganó. Insistió y esta vez su talento lo llevó a lo más alto.
La realización exitosa de la tercera edición del Concurso de Jóvenes Intérpretes, especialmente tras superar las dificultades propias de la pandemia de Covid-19, es un estímulo mediante el cual la Fundación María Paula Alonso de Ruiz Martínez reafirma su compromiso con la educación, vía para el desarrollo humano.
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